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domingo, 8 de febrero de 2009

No saber escuchar - enfermedad común -

Hoy en día todos queremos hablar y hay muy pocos dispuestos a escuchar. Una persona me comentaban estos días que ya sólo saluda a sus clientes diciéndoles hola porque si agrega la pregunta: ¿cómo está? Inmediatamente viene una respuesta larguísima acompañada de la historia en detalles de todos sus males personales. Y ya sea como esta persona, que se siente cansada para cargar con las historias de los demás o porque estamos agobiados con tantas cosas pendientes que tenemos en la cabeza o porque definitivamente no tenemos el hábito de escuchar, sino que hemos desarrollado la capacidad de hablar todo el tiempo y sin parar, no escuchamos lo suficiente.


La comunicación es una calle de doble vía y es más sabio muchas veces escuchar con atención a los demás, que hablar.


No saber escuchar provoca errores y la mayoría en el conflicto personales. El mal oyente de reclama la atención de quien habla, piensa lo que dirá entretanto, interrumpe para controlar la conversación y, generalmente, se aferra a sus opiniones.


Algunos de los obstáculos de la comunicación son un ambiente lleno de ruido, donde se nos dificulta hablar y escuchar a la otra persona, los prejuicios, las ideas y la actitud que tenemos con respecto a nuestras diferencias con los demás, el estatus, porque atendemos a aquellas personas que nos parece más importantes y mejor preparados que otras, el pensar sólo en la satisfacción de nuestros propios intereses, el ruido exterior, que nos impide prestar atención a el mensaje o a la persona que nos habla.


Para ser un buen oyente tenemos que dejar de lado nuestros propios asuntos y escuchar a la persona con verdadero interés, que nos permita comprender su historia. Un buen oyente no es la persona que analiza las palabras y su significado conceptualmente, sino el que logra que la persona que habla se sienta apreciada y motivada a expresar sus ideas y sentimientos.
Escuchar significa atender totalmente a la persona que nos habla, sin interrumpirlo ni interrumpirlo ni juzgarlo.



Fuente: http://www.maytte.com/



Aplicandome el cuento de la pelicula de antes y sobre todo de este texto.

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