Mañana día 15 entre las 20:00 y las 20:05 está convocado un apagón general.
Quién lo organiza?
Grupos ecologistas, organizaciones sindicales y entidades cívicas han decidido lanzar la iniciativa, alentando su desarrollo por toda Europa.
Grupos ecologistas, organizaciones sindicales y entidades cívicas han decidido lanzar la iniciativa, alentando su desarrollo por toda Europa.
¿Con motivo de qué?
Valencia acoge, entre el 12 y el 17 de noviembre, la reunión mundial del IPCC, la Comisión Intergubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas. En esta reunión se presentará y aprobará el IV Informe de Evaluación, la conclusión de lo que se sabe actualmente sobre el cambio climático y la acción humana necesaria e imprescindible para frenarlo.
¿Para qué?
Presionar a las administraciones locales, nacionales, regionales, estatales e internacionales para adoptar compromisos, medidas decididas y concretas para impedir el cambio climático, reducir su impacto y adaptarse a él.
¿En qué consiste?
En apagar las luces del lugar donde nos encontremos: la casa, el trabajo, el centro de ocio, la biblioteca... El jueves 15 de noviembre, de 20.00 a 20.05 horas. También parar los vehículos en los arcenes, con previsión y sin obstaculizar el tráfico. Además, se propone hacer sonar cacerolas, petardos y campanas durante esos cinco minutos. Y difundir al máximo la iniciativa mediante bandos, correos electrónicos.
¿Servirá para algo?
Expresará una voluntad decidida y firme. Se trata de una movilización cívica, un voto que pretende aunar a todas las familias, comunidades y asociaciones.
¿Es suficiente?
El consumo de electricidad en España bajó un 2,5% durante el primer apagón
A mucha gente le sabrá a poco. Algunos están acostumbrados a la acción, pero para la mayoría es un primer ejercicio. Por esto se propone cambiar una bombilla incandescente por otra de bajo consumo, como mínimo, aprovechando el apagón. Hay que predicar con el ejemplo y hacer lo posible, lo que esté en nuestra mano, para legitimar la exigencia hacia los responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Cuál es la alternativa a apagar la luz?
Cambiar la bombilla por una de bajo consumo. Éstas son residuos electrónicos que deben devolverse, una vez acabada su vida útil, en las mismas tiendas donde se adquieren. Al tratarse de un residuo electrónico, están gravadas con un pequeño impuesto de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE). Las bombillas incandescentes son un residuo que no tiene sistema de recogida, ni siquiera en el contenedor de vidrio. Están empezando a ser prohibidas en diferentes países.
¿Es una acción política?
Política, en el sentido cívico de la palabra, sí. Partidista, ligada a algún partido político, no en absoluto. Es una iniciativa cívica y ecologista.
¿Hay riesgo para el suministro eléctrico?
En la anterior convocatoria, algunas voces alertaron del peligro de que la red no fuera capaz de adaptarse al rápido descenso de consumo por el apagón, y al posterior aumento repentino. Daba la impresión de que el objetivo era desmovilizar, diseminar temor entre la gente. En realidad, el 1 de febrero de 2007 el consumo descendió perceptiblemente, pero no hubo ningún daño. En todo caso, los cortes en el suministro se evitan manteniendo bien la red. Este tipo de apagones ayudan a poner a prueba el funcionamiento de la misma.
¿Es peor el remedio...?
"Lo que han ahorrado durante 5 minutos, lo han consumido encendiendo todas las luces de golpe", dijeron los detractores de la iniciativa de febrero. La respuesta es que la sobretensión no tiene relevancia. Si además se instalan regletas con luz, se puede eliminar el consumo de los electrodomésticos en stand by. Otra idea es encender las luces paulatinamente, una por una.
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