En primer lugar, quiero manifestar mi solidaridad con la familia de la víctima, con sus compañeros de partido y con el pueblo vasco.
Quiero, en nombre propio y en el de todo el Colectivo Local de EUPV de Ibi, manifestar mi más enérgica condena por el atentado que ha causado la muerte a Isaías Carrasco, un nuevo y lamentable asesinato con el que la banda terrorista ETA sigue atacando la vida y pretendiendo influir una vez más en una contienda electoral.
Considero que sólo unas mentes enfermas y sumidas en la más abyecta perversión pueden pensar que se puede construir un pueblo, o liberarle, mediante el crimen. La violencia destruye, divide, engendra odios. La violencia no construye nada. La violencia no puede conducir a la libertad, sólo a más violencia, a la opresión de la gente normal por los violentos. ¿Qué pueblo, país o nación sería aquélla constituida a base de asesinatos, extorsión, secuestros...? ¿Un país dividido entre víctimas y verdugos?
Por eso, frente a la violencia de los criminales, opongamos paz y normalidad democrática. El domingo votemos todos, cada uno por la opción que más le guste o menos le disguste. Hagamos un ejercicio máximo de tolerancia y de respeto a las ideas y demostrémosles a los terroristas que no tienen lugar en una sociedad civilizada.
Hoy ETA ha vuelto a matar a un ciudadano.
ResponderEliminarEn primer lugar, quiero manifestar mi solidaridad con la familia de la víctima, con sus compañeros de partido y con el pueblo vasco.
Quiero, en nombre propio y en el de todo el Colectivo Local de EUPV de Ibi, manifestar mi más enérgica condena por el atentado que ha causado la muerte a Isaías Carrasco, un nuevo y lamentable asesinato con el que la banda terrorista ETA sigue atacando la vida y pretendiendo influir una vez más en una contienda electoral.
Considero que sólo unas mentes enfermas y sumidas en la más abyecta perversión pueden pensar que se puede construir un pueblo, o liberarle, mediante el crimen. La violencia destruye, divide, engendra odios. La violencia no construye nada. La violencia no puede conducir a la libertad, sólo a más violencia, a la opresión de la gente normal por los violentos. ¿Qué pueblo, país o nación sería aquélla constituida a base de asesinatos, extorsión, secuestros...? ¿Un país dividido entre víctimas y verdugos?
Por eso, frente a la violencia de los criminales, opongamos paz y normalidad democrática. El domingo votemos todos, cada uno por la opción que más le guste o menos le disguste. Hagamos un ejercicio máximo de tolerancia y de respeto a las ideas y demostrémosles a los terroristas que no tienen lugar en una sociedad civilizada.
Vale. Muy bien, estoy de acuerdo. Una cosa me extraña, el último EGM no me daba mucha más audiencia que a la Cope. Pero gracias por comentar.
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